Esta es una receta que ha pasado de generación en generación en mi familia (o eso me han dicho), probablemente porque es tan rápida de hacer y tan deliciosa que todos mis antepasados la aprendían en su época de estudiantes. Aunque no tengo la seguridad de que pueda ser considerada comida china, la salsa de soja lo dice todo. Es el plato perfecto para ganarte a tus amigos o compañeros de piso en una cena, sin pasar demasiado tiempo entre fogones. Tiene buena pinta, huele bien y sabe aún mejor. Déjalos a todos sorprendidos de tus cualidades culinarias sin apenas tocar un cuchillo.
Nivel de dificultad: “cualquiera (lo) puede cocinar” – Ratatouille
Absténganse: nadie, o en todo caso, no simpatizantes de la salsa de soja
Recomendación: acompañar con arroz (por eso de que es comida china, y porque la salsa no se puede desaprovechar).
Ingredientes:
- Alitas de pollo
- Sal y pimienta
- Ajo
- Salsa de soja (oscura)
- Caldo de pollo
- Azúcar (sí, has leído bien, azúcar)
Preparación:
- Mezcla las alitas con sal, pimienta y ajo picado.
- Échalas a freír en un wok o sartén honda con aceite de girasol.
- Cuando estén casi hechas, añade un poco de agua, salsa de soja, caldo de pollo y azúcar (las medidas dependen, como siempre, del gusto del chef).
- Déjalas unos minutos más a fuego lento.
- ¡A comer!
Paula Morais