Más de 10 mil puntos de recogida en toda España recolectan un 5% más de alimentos que el año pasado
22 millones de kilos ha sido lo que la Federación Española de Bancos de Alimentos ha recogido en total en la Gran Recogida que se organizó este pasado viernes 27 y sábado 28 de noviembre en toda España. Ha supuesto un incremento del 5% de las donaciones respecto al año pasado. Desde hace unos años se organiza esta gran recolecta que junta a miles de voluntarios en más de 10.000 puntos de recogida repartidos por toda la geografía española, y que ya supera a otras campañas similares organizadas en países vecinos como Francia o Italia.
Nosotros vivimos de primera mano la jornada del sábado por la tarde en uno de los supermercados de Getafe del barrio de Juan de la Cierva que ofreció sus instalaciones al Banco de Alimentos para que, en la puerta, los clientes donaran lo que pudieran y quisieran. Alimentos no perecederos como legumbres, arroz, azúcar, harina y todo tipo de conservas fueron los productos que recomendaban comprar unos folletos que los propios voluntarios repartían a la entrada del comercio. Solo en Getafe, entre diez puntos de recogida, se han contabilizado un total de 2 toneladas de alimentos, que suponen un desembolso de casi 3.000€ en total. Los voluntarios iban ocupando su puesto por turnos de cuatro horas. Un coordinador de zona se pasaba por todos los establecimientos pasando lista y supervisando que todo estaba funcionando correctamente. Conforme fueron pasando las horas, los paquetes de comida se fueron amontonando en carros y cajas.
Parte de la recaudación del sábado 28 de la Gran Recogida de Alimentos
El perfil del donante era más que variado. Encontrábamos a familias con niños que venían de hacer la compra semanal, personas mayores que las pasaban canutas ayudando económicamente a sus hijos, parados que apenas llegaban a fin de mes y estudiantes que venían de comprarse unas bolsas de patatas. Aunque tuvieran una situación difícil, intentaban colaborar, al menos, con una lata de sardinas. El perfil de los voluntarios también era diverso. Jóvenes universitarios, jubilados, minusválidos y personas de mediana edad portaban el chaleco blanco que indicaban que eran voluntarios de la FESBAL.
Algunas personas no solo se limitaban a entregar la bolsa con su donación. Muchas de ellas preguntaban por la organización, se interesaban por la campaña y daban las gracias a los voluntarios por estar al pie de cañón en estas situaciones. Señores que, incluso, entraban dos veces a comprar paquetes de pasta y arroz para que el Banco de Alimentos aumentara su recaudación.
Resulta curioso que, en un barrio obrero como lo es Juan de la Cierva, se recojan más de 2.000 kilos en dos días. Seguramente, algunas de las personas que se pasaron ayer por el supermercado en el que pasamos la tarde, necesite en un futuro no muy lejano acudir al Banco de Alimentos. Como una señora nos dijo: “Me pregunto si en el barrio de Salamanca han recogido tanto como vosotros”
Fernando Ochando