Como en esta revista creemos en la inclusión, también hemos traído a esta sección las recetas más sabrosas para todos, incluidos vegetarianos y veganos. Los últimos estaréis hartos de que os imaginen comiendo césped o pienso. Al menos a mí no me gusta comer siempre verdura, y por eso os traigo la receta más española posible apta realmente para todos.
Lo único malo es que hay que dejar reposar la masa de las croquetas una noche entera y después darles forma. Lo bueno, es que se pueden congelar y sacarlas a cualquier hora del día para hacer unas cuantas. Y además, ¡salen muchísimas! Listas para comer con una ensalada o unos macarrones con tomate después de un largo día de universidad.
Ingredientes (para unas 30 croquetas):
- Setas y boletus (1 kg).
- 1/2 de leche de soja (o cualquier otra leche no edulcorada).
- Harina de garbanzo (aunque harina de trigo también sirve).
- Sal.
- Aceite.
- Pizca de pimienta, ajo y nuez moscada molida (es decir, los condimentos que más te gusten).
- Pan rallado.
Procedimiento:
- Rehogar las setas y boletus bien cortados en trozos pequeños en una sartén con un chorrito de aceite. Añadir la pimienta, el ajo y la nuez moscada.
- En una sartén aparte hacer la bechamel. Poner a calentar unos 500 ml de leche de soja y añadir una cucharadita de sal y cuatro cucharadas soperas de harina de garbanzo. Dejar hervir sin parar de remover la mezcla para que no se adhiera a la sartén. Añadir más harina si no es lo bastante espesa.
- Mezclar el contenido de ambas sartenes.
- Extender la masa en una bandeja. Dejar reposar una noche.
- Hacer las croquetas propiamente dichas rebozándolas en pan rallado y falso huevo (harina de garbanzo con agua).
- Freír o guardar para congelar.
- Comer.
Y si no te gustan las setas, las de puerro y calabaza están también buenísimas.
Candela Martín Martínez
[Publicado en la edición impresa nº5, de noviembre de 2016]