Nos sumergimos en el mundo de los sueños de la mano de Gema López Sánchez, una escritora joven e independiente que comenzó su viaje como lectora y ha terminado convirtiendo su imaginación en una gran historia que ha cautivado a cientos de lectores. Por esto, y porque es nuestra compañera, hemos querido que nos transporte al mundo que ha creado en torno a nuestra querida universidad, y que nos explique qué hay más allá de su creación.
Entrevistadora: ¿Cómo comenzó todo?
Gema: Pues todo comenzó cuando en primero de la ESO mandé un poema a un concurso Yo estaba convencida de que no iba ganar, hasta que unos amigos se acercaron y me dijeron “oye, que has ganado”. Entonces yo dije “¿Cómo que he ganado? Será el tercero o segundo premi”o, y ellos me dijeron “que no, que no, que has quedado primera”. Pues todo esto fue lo que me dio el impulso para darme cuenta que si tenía algo que contar al mundo.
¿Te has visto motivada por tu familia?
G: Sí, y mucho, la verdad. Mis padres, tanto en el periodismo como en la comunicación audiovisual y escribir me han dicho que tire para adelante, que si alguna vez me caigo ellos me recogerán. Y es verdad que también han vivido y viven con el miedo, ya que de escribir es muy difícil vivir, aunque tampoco ha sido mi aspiración, ha sido más un sueño que he querido potenciar a través de esta carrera que estudio. Pero como anécdota, debo contar que mi abuela sí que fue un objetivo duro que convencer, pero que finalmente me ha otorgado todo su apoyo al ver que poco a poco he ido consiguiendo mis sueños.
Ahora introduciéndonos un poco más en tu recorrido como escritora, ¿nos podrías contar cuáles fueron tus primeros proyectos y la experiencia con cada uno?
G: Pues a ver, yo llevo escribiendo desde que tengo uso de razón, pues mientras mis compañeros se dedicaban al fútbol, al baloncesto u otras aficiones, a mí lo que me daba placer era plasmar palabras en un papel y divagar entre ellas. Pero, cuando verdaderamente conseguí escribir algo más oficialmente fue cuando participé en varios concursos que me dieron la oportunidad de iniciarme en este mundo. Los títulos de esas primeras publicaciones fueron: “Sueños” de la editorial Ojos Verdes, “Microrrelatos solidarios” de la Asociación Isekin y la recopilación 2012-2014 de “Chozas de la Sierra”, todos estos fueron escritos en colaboración. En cambio, cuando ya tuve la oportunidad de dedicarme a escribir novelas, pues pude arriesgarme a contar lo que mi imaginación creaba, con plena autoría, y de aquí nacieron historias como “Cuentos para despertar” por la editorial Libros.com, que pudo ser publicado gracias a una campaña de crowdfunding, y, por otro lado, “Mekronos”, que lo he autopublicado directamente en Amazon, y es mi último libro.
Concretamente este último libro es en el que nos centraremos, pero antes nos gustaría saber por qué decidiste autopublicarte.
G: Yo tomé la decisión de autopublicar “Mekronos”, porque estaba cansada de publicar en editoriales con las que no compartía opiniones, y quería tener más poder sobre mi obra, entonces también coincidió que justamente en ese momento había comenzado el Concurso de autores Indies de Amazon y aproveché la oportunidad.
En cuanto a “Mekronos” ¿Cuándo lo publicaste?
G: Este verano, en julio. Y es un libro que se caracteriza por tener un coprotagonismo, pero sí debo de destacar que “Mekronos” fue un personaje creado totalmente por mi imaginación, ya llevaba años trabajando en él y que se adentró en mis pensamientos hasta convertirse en el protagonista de mi historia.
En cuanto a la historia en sí, parece que al inicio del libro se trata un poco de una historia de amor ¿es así?
G: Para nada, a lo mejor ese es el sentimiento que transmite, pero a la hora de escribirlo no me interesé en enfocarlo hacia esa perspectiva. Sin embargo, tengo que decir que en la segunda parte de “Mekronos” sí podremos disfrutar de alguna historia de amor, tampoco quiero avanzar mucho [risas].
¿Todos los personajes cuentan con algo tuyo?
G: Sí, realmente, todos los escritores representamos alguna parte de nosotros mismos, porque es lo que conocemos, son nuestras experiencias las que nos forman y las que nos hacen ser de una manera u otra, entonces a la hora de crear un personaje pues mezclamos sentimientos, experiencias, amigos, enemigos, etc.
¿Cuáles han sido tus mayores influencias a la hora de escribirlo?
G: Pues influencia en sí concreta no sabría que decirte, porque para mí realmente “Mekronos” pertenece totalmente a mi imaginación, sí es verdad que soy muy buena lectora y que siempre se termina colando algo. Pero debo añadir que no pertenece a ningún género y por esa complejidad tal vez la defino como algo muy mío.
Y algo muy importante que interesará a quien nos lee: ¿de dónde has sacado el tiempo?
G: [Risas]. Una pregunta bastante frecuente, pues a ver, es que además de escribir y la carrera también colaboro en una radio, soy directora de otra y estudio en la escuela oficial de idiomas por la tarde, por lo tanto, mi secreto para poder hacerlo todo, es que leo deprisa y duermo poco. Y siempre aprovechaba cualquier momentito libre para escribir, sobre todo entre los cambios de clase.
¿Piensas que la escritura es una droga?
G: Pues a ver para quien le gusta escribir, es inevitable, es como comer o respirar y en mi caso, si paso muchos días sin escribir me convierto totalmente en otra persona [risas]. Hay una frase que define mucho mi amor hacia la escritura y dice así: “Si yo no escribiese fantasía yo no podría volar a los lomos de un dragón, si no escribiese ciencia ficción no podía visitar otros mundos”. Para mí escribir es vivir diversas realidades que a través de una sola vida me es muy difícil.
¿El libro ha reflejado tu idea inicial?
G: Para nada, al principio mi objetivo era escribir una novela de miedo corta de unas cien páginas y al final ha salido totalmente lo contrario. Y además en el inicio del libro y en algunas partes del mismo, sí que reflejé a lo mejor ese “objetivo” escondido que de alguna manera intento mantener.
¿Cuáles fueron tus miedos a la hora de publicarlo?
G: Mi mayor miedo fue que cuando el libro ya estuviese publicado, pudiese haber alguna falta ortográfica. Pero que yo sepa el libro está limpio y perfecto. Si alguien encuentra alguna errata que me lo comente, por favor [risas].
¿Cuál fue tu principal emoción cuando lo viste publicado?
G: Pues con este libro, lo que sentí fue principalmente alivio, de decir “por fin ya lo he terminado” [risas]. Pero la mayor emoción la sentí cuando vi que al mes era best seller, ese es uno de los mejores recuerdos que me llevo.
¿Te ha faltado un apoyo promocional?
G: Pues sí, y a lo mejor esa es una de las cosas que echo en falta a la hora de autopublicar.
¿Cuánto te gustaría prolongar la saga de “Mekronos”?
G: Si te soy sincera, yo quería que “Mekronos” fuese un único libro, pero lo que pasa es que llegó un punto cuando escribía en que me di cuenta que había metido tanta acción, que el final no lo podía cambiar, me era imposible, porque si no lo fastidiaba. Entonces fue en ese momento, cuando decidí convertirlo en una saga, que espero que en el segundo pueda concluir y sino en el tercero, pero más de eso no.
¿Por qué ese guiño a la cultura oriental?
G: Pues a ver, todo tiene origen en el personaje de Safa, que representa una experiencia mía personal. Cuando iba al instituto tenía una amiga árabe de la cual actualmente no sé nada, entonces este ha sido como mi pequeño recordatorio y deseo que algún día ojalá lo pueda leer y volver a encontrarnos. Y la amistad existente entre Esmeralda y Safa era muy parecida a la nuestra.
¿Has querido representar la vida universitaria de la Carlos III?
G: Sí, totalmente, sobre todo he querido escenificar toda la historia en esta universidad porque me siento como en casa y la conozco como si mía fuese. Y ha sido mi pequeño homenaje a la misma.
En cuanto a la carrera ¿Has representado algo significativo?
G: Pues sí, sobre todo he nombrado algunas de las asignaturas, para que el lector se sienta dentro de esta experiencia y aportar una verosimilitud.
En comparación con tus otros libros, ¿Qué ha cambiado de tu primer libro a este?
G: A ver, para empezar son dos obras muy diferentes, la primera era una especie de thriller, con antología, con tinte de novela negra, y en cambio esta novela no la puedo definir con ningún género. Y es verdad que en medio ha pasado el tiempo, me he convertido en mejor escritora y, sobre todo, me he extendido ganando riqueza a la hora de escribir.
¿Qué proyectos de futuro te planteas?
G: Pues si todo sale bien, poder publicar el verano que viene la segunda parte de “Mekronos”.
¿Dónde podemos encontrar el libro?
G: En Amazon, se encuentra en su cauce original, allí lo podrán encontrar.
Y por último ¿qué consejo le darías a esas personas soñadoras como tú?
G: Pues yo les diría que no escriban por dinero, que si escriben por dinero no va a salir nada, y que verdaderamente escriban lo que les guste y de lo que quieran. Que hablen con total libertad, porque “en la vida te van a callar muchas veces como para que te digan también lo que tienes que escribir”.
Al terminar la entrevista, me quedé con muy buen sabor de boca. Pues conocí a una compañera que ha llevado la misma rutina que yo y que a la vez ha conseguido su sueño luchando sin parar. No sé si os ha pasado también, pero a mí me ha entrado el gusanillo de seguir escribiendo, así que espero veros pronto por aquí.
Clara González Brito
[Publicado en la edición impresa nº5, de noviembre de 2016]