“Frozen 2”, el último gran éxito de animación de Disney, llegó a los cines de todo el mundo el pasado noviembre. Las expectativas estaban muy altas después del estreno de la primera entrega en 2013, que enamoró a todo el público independientemente de su edad. Por lo menos en taquilla, “Frozen 2” no supuso una decepción, recaudando 1400 millones de dólares, superando lo logrado por su predecesora (1280 millones de dólares). Tras siete meses desde su estreno, llegó a finales de junio a todos los hogares a través de la plataforma Disney+. Además de entretener el verano, ha avivado un debate: ¿está “Frozen 2” a la altura de su histórica primera entrega?

AVISO IMPORTANTE: EL SIGUIENTE ANÁLISIS CONTIENE SPOILERS
Viejos conocidos y nuevos rostros
El desarrollo de los personajes presentados en 2013 brilla en esta entrega, teniendo todos espacio para crecer. Elsa, la innegable protagonista, muestra sus inseguridades y su miedo al cambio, miedo que poco a poco va desterrando. Al igual que su hermana Anna, las dos quieren saber más sobre su pasado. Anna esta vez ya no se mantiene en silencio como cuando era niña, se enfrenta a su hermana, reclama que avancen juntas sin quedarse al margen, hasta que acaban logrando el equilibrio perfecto, cada una al frente de una nación diferente.

Kristoff también tiene la oportunidad de brillar, profundizando en su vínculo con Anna y dejando claro que él no es el héroe de esta historia, pero estará ahí para ayudar a las protagonistas. Olaf continúa siendo el alivio cómico, aunque su discurso no es vacío: refleja desde el comienzo una de las claves fundamentales: el agua tiene memoria. Sin embargo, “Frozen 2” falla en la introducción de nuevos personajes. El soldado Mattias, o los Northuldra (Yelena, Honeymaren o Ryder) son personajes poco definidos, esbozos creados para avanzar la trama pero que carecen de la chispa que hace inolvidables a los personajes ya mencionados. Irónicamente, los únicos nuevos personajes que resultan interesantes no tienen diálogo ni son humanos, como Bruni (la salamandra espíritu de fuego), o Galerna (una corriente de aire y hojas).

Una historia que se siente familiar
Por su parte, la trama no se siente forzada. La película comienza con un flashback de un cuento y una canción de cuna, que origina la sensación de que esos aspectos estuvieron presentes desde la primera entrega, resultando casi familiares. Los problemas presentados interesan al espectador que desde “Frozen” se preguntaba acerca del origen de los poderes de Elsa. En esta entrega se profundiza en esos aspectos a través del pueblo Northuldra (presente en el opening musical de la primera entrega) y los diferentes espíritus.

Además, la forma de narrar estas dificultades es muy cercana a su antecesora. Las canciones articulan los momentos más importantes de la película. El humor está presente en todos los momentos, pero no por ello se siente excesivamente superficial. “Frozen 2” consigue el equilibrio que la primera ya poseía entre la diversión y la seriedad. Vuelve a recurrir a un momento dramático por excelencia, con la supuesta muerte de Elsa, lo que recuerda a la primera entrega y la casi muerte de Anna. Aún así, esto se presenta al espectador como un guiño, sin provocar la sensación de que es algo ya visto.
El papel fundamental de la música
Uno de los elementos que convirtieron a “Frozen” en todo un fenómeno fue su música, y en concreto la archiconocida “Let It Go”, ganadora del Oscar a Mejor Canción Original (2014) y del Grammy a Mejor Canción Escrita para Medios Audiovisuales (2015). Buena parte de la atención del público estaba centrada en las nuevas canciones. Algunas de ellas han conseguido resaltar respecto al resto de sus compañeras. “Into The Unknown” fue revelada antes del estreno de la película, y abarca la línea del filme con su tono épico. Porque “Frozen 2” es un viaje a lo desconocido, y no solo en relación al bosque situado más allá e la niebla, sino dentro de los propios personajes. Porque toda la película se configura como un espacio de transformación, y esta canción refleja la incertidumbre que acompaña a cada cambio.

“Some Things Never Change” una vez más refleja la incertidumbre humana ante el cambio y a la necesidad de aferrarse a aquello que es conocido y apreciado. También “Lost In The Woods” resulta interesante, ya que este solo de Kristoff resulta fundamental para profundizar en su personaje. Él ama a Anna, quiere compartir su vida con ella y apoyarla a cada paso. Pero a pesar de todo, no es capaz de seguira y siente que se queda al margen por mucho que se esfuerce por alcanzarla.

Pero la pieza más destacada de todas es “Show Yourself”. El público buscaba en “Frozen 2” el nuevo “Let It Go”. Y ese papel, lejos de pertenecer a “Into The Unknown”, queda en manos de “Show Yourself”. Es la cumbre musical de la película, el momento de trasformación. En vez de crear su castillo, en esta ocasión Elsa encuentra su objetivo, el Ahtohallan, y en ese viaje se encuentra a sí isma. Poco a poco va dejando atrás las ataduras y el control que se había impuesto para controlar sus poderes. Si ya dio un paso al frente en la primera película, con esta canción se libera al tiempo que suelta su melena y sus ropas se adaptan al nuevo paso que da. Con esta canción, Elsa se da cuenta que lo mejor que puede hacer es mostrarse, que lo que toda su vida había estado buscando era a ella misma. Un poderoso mensaje que ha resonado con la audiencia, independientemente de su edad.
Una secuela consciente de sí misma
Además de potenciar los éxitos de la primera entrega, “Frozen 2”no busca dejarla atrás, sino que es muy consciente de su historia. Se autorreferencia constantemente, a través de bromas como el juego familiar al principio de la película o el resumen de Olaf a los Northuldra. Sabe qué es lo que le ha llevado hasta el éxito, y conoce a su audiencia. Por eso en “Some Things Never Change” Olaf mira directamente al público al que asegura ver más mayor, o Elsa en “Show Yourself” casi no puede soportarse a sí misma cantando “Let It Go”, canción que llegó a saturar al público en los años posteriores a su lanzamiento.

Por todo ello, “Frozen 2” ha conseguido mantener el nivel de la película original. Aunque haya perdido la oportunidad de convertirse en una auténtica revolución de haber hecho real el hashtag #GiveElsaAGirlfriend, es una película que no caerá en el olvido. Profundiza en un mundo ya de por sí atractivo, complementándolo y, a pesar de sus detractores, consigue perfeccionar y superar en muchos casos la primera entrega. Porque ha sabido mantener uno de sus principales atractivos, la conexión con su público, y actualizarse al año de los pasos, como muestra el reglo de hielo que hace Elsa a una niña al comienzo de la película: un astrolabio. Y de esta forma, siete años después, es capaz de captar la atención de todos los públicos e invitarles, con sus hermosas melodías y su entrañable historia, a un viaje rumbo a lo desconocido.
Francisco Javier García Villagra